Paisajes desolados, fríos, parajes baldíos de mi alma que no llena tu mentira.
Que esa mano tendida es una puerta falsa hacia el presidio, una mano que atenaza dulcemente mi garganta, tapa mi boca y me conduce sin pausa hacia el encierro, esa mano suave que va cortando mis alas y mis ganas.
Calla, así, tú calla… No lo dices, no hace falta.
Es sutil tu manera de conducir un sueño hasta el desierto árido e infinito de la desesperanza, del debe ser, de lo establecido, de todo aquello que entumece mi alma y me ahoga, me asfixia, me tortura, me trastorna, me envilece, me oprime, me desgasta, me atormenta.
Otro corazón helado, apresado en un cuerpo siempre frío y una manos vacías, desconsoladas, sin futuro, sin nada. Ya no temo el infierno.
Es devastador el texto. Me parece muy cruel dejarse llevar para entumecer el alma. Cuando eso ocurre nos podemos dar por muertos. Tus textos me hacen reflexionar más ahora que antes…
Me gusta.
Como el poeta ligero de equipaje, desolado en su mar de Castilla.
Como el poeta helado entre pecho y espada, quebradas españas.
El frío recorre su cuerpo, sus manos apagadas, su escritura ausente.
Desconsolado, tiene a su madre a mano, corazón agonizado.
Sin temer a dios ni el infierno, sus cenizas visten un paisaje asolado.
Calla.
Qué sensación tan demoledora esa de sentir que el corazón late tras unos barrotes de hielo, y dóde esperábamos encontrar el abrigo…, más y más hielo. tu textome llega, llevo demasiados meses a punto de la rendición.
Vino y besos
La anulación tambien es una forma de violencia.Me erizaste el alma.
Te enlazo desde esta nueva dirección, descuida.Precioso te ha quedado el nuevo espacio.
Un abrazo